
Gina Bentivoglio, conocida como “La Piculina” en redes sociales, es una joven de 21 años de Alcorta con un profundo amor por el campo, una pasión que heredó de su abuelo. Para ella, el campo no solo representa un lugar de trabajo, sino un legado que su abuelo dejó. Un símbolo especial de ese vínculo es un invento que su “nono” creó: un carro para fardos, fabricado a partir del tráiler de una cosechadora Daniele D66 que ya no podía usar.
Este sencillo carro se volvió viral en redes, superando las 900.000 visitas. Gina compartió su historia con orgullo, explicando cómo su abuelo recicló la trilladora para adaptarla a las tareas de ganadería, sumándole un malacate y un gancho para subir los rollos de pasto. A pesar de que muchos lo consideran ineficiente y anticuado, para Gina es mucho más que una herramienta: es el reflejo del ingenio, la dedicación y el amor por la vida rural que le inculcó su abuelo.
Aunque en su adolescencia optó por estudiar medicina, pronto se dio cuenta de que su pasión verdadera estaba en el campo, decidiendo entonces cambiarse a agronomía. Hoy, además de estudiante, busca a través de sus videos achicar la brecha entre el campo y la ciudad, mostrando su proceso de aprendizaje y compartiendo su amor por la agricultura. Gina no se considera influencer, pero sí una comunicadora que quiere contagiar su pasión y el legado de su abuelo: una mezcla de trabajo duro, creatividad y amor por la tierra.
“Lo hacemos por amor a él, por su creación y por la cultura que nos dejó”, asegura. Con cada video, la joven santafesina no solo muestra un carro casero, sino una historia de familia, de esfuerzo y de cómo el legado del campo se mantiene vivo.